Ordination and Gradient analysis
Ayer lunes comenzé las clases de la asignatura "Ordination and Gradient Analysis". Necesito los 5 créditos ECTS para convalidar matemáticas de cuarto en la Autónoma. Es un curso curioso, son sólo 5 días de clase, de lunes a viernes. Eso sí, 6 horas al día. Así es como me ha ido hasta ahora:
Acostumbrado a levantarme cuando el sol ya estaba bien alto en el cielo, el lunes me fue harto complicado despegar mi sudoroso cuerpo de sábanas y almohada: las 7:45 de la mañana, una auténtica locura. Sin embargo, conseguí desayunar y hacerme la comida sin llegar tarde a clase. El día anterior había estado hasta las 12 de la noche preparándome la clase que iba a dar... completamente dantesco. Es la primera vez que me preparo concienzudamente una clase que aún no he dado. Y no entendía nada.
La asignatura es estadística aplicada a gradientes ambientales y presencia de especies. Son 3 horas de teoría por la mañana y 3 horas de prácticas por la tarde, lo que convierte esta semana en una jodida matada. Me habían avisado de que la asignatura era imposible, que el contenido escapaba a nuestro alcance como Erasmus, etc. Pero más por necesidad que por valentía, estaba matriculado. La depresión del domingo al hacerme unos útiles esquemas de las 100 (sí, 100) transparencias de la primera clase se había convertido en un sentimiento de resignación para con el curso.
El caso es que llegué a clase el lunes para llevarme una gran sorpresa: somos 6 alumnos en clase. Lo primero que pensé es que el curso era una locura, pero en seguida me dí cuenta de que los locos éramos nosotros, los seis degenerados que nos habíamos matriculado. Una francesa, una noruega, un nepalí, una china, un japonés y un español. No hay ni una nacionalidad repe.
El profesor está entrado en kilitos, ronda los 50 y es inglés. Cuando digo inglés me refiero a British de Cambridge exagerado. De ésos que hacen humor Monty Phyton y que no se les entiende al hablar de lo bien que pronuncian. Cuando crees que ya dominas el inglés porque empiezas a entender letras de grupos como Slipknot, At The Drive-in o The Mars Volta, te llega un profesor Inglés y le entiendes menos que a tus amigos de Seattle. Es un bajón.
Tres horas luchando contra variables, estadísticos y paquetes informáticos de no-sé-qué universidad son muchas. En cuanto acabamos, salí escopetado: tenía poco tiempo para hacer la compra cerca de la Uni, comer en la calle y estar como un clavo a las dos en las prácticas.
Las prácticas son muy fáciles, simplemente no entiendes nada. Cuando no entiendes absolutamente de qué cojones están hablando, todo toma una dimensión completamente diferente. Todo eso fue ayer lunes, que fue -en esencia- todo sobre ruedas. El problema ha sido hoy, que no me había dado tiempo a prepararme la clase entera y he dormido 5 horas. Odio luchar contra el sueño en primera fila, sobre todo cuando los párpados pesan tanto que sabes que al día siguiente vas a tener agujetas en los ojos de sujetarlos. Ha sido un infierno.
Así que aquí estoy, intentando que el ataque de ansiedad que no me dejó dormir anoche no vuelva para darme pellizcos esta noche. Aún me quedan las prácticas de hoy, que se perfilan como más de lo mismo.
Sin embargo, frente a todo este terrorífico panorama se contrapone ese profe de Cambridge, que dice que nunca ha suspendido a nadie. El examen son 10 preguntas que tenemos que contestar en casa, por nuestra cuenta y tranquilamente en el plazo de un mes. Y dice que si no las contestamos con humor no nos va a aprobar, que no nos lo tomemos muy en serio.
Acostumbrado a levantarme cuando el sol ya estaba bien alto en el cielo, el lunes me fue harto complicado despegar mi sudoroso cuerpo de sábanas y almohada: las 7:45 de la mañana, una auténtica locura. Sin embargo, conseguí desayunar y hacerme la comida sin llegar tarde a clase. El día anterior había estado hasta las 12 de la noche preparándome la clase que iba a dar... completamente dantesco. Es la primera vez que me preparo concienzudamente una clase que aún no he dado. Y no entendía nada.
La asignatura es estadística aplicada a gradientes ambientales y presencia de especies. Son 3 horas de teoría por la mañana y 3 horas de prácticas por la tarde, lo que convierte esta semana en una jodida matada. Me habían avisado de que la asignatura era imposible, que el contenido escapaba a nuestro alcance como Erasmus, etc. Pero más por necesidad que por valentía, estaba matriculado. La depresión del domingo al hacerme unos útiles esquemas de las 100 (sí, 100) transparencias de la primera clase se había convertido en un sentimiento de resignación para con el curso.
El caso es que llegué a clase el lunes para llevarme una gran sorpresa: somos 6 alumnos en clase. Lo primero que pensé es que el curso era una locura, pero en seguida me dí cuenta de que los locos éramos nosotros, los seis degenerados que nos habíamos matriculado. Una francesa, una noruega, un nepalí, una china, un japonés y un español. No hay ni una nacionalidad repe.
El profesor está entrado en kilitos, ronda los 50 y es inglés. Cuando digo inglés me refiero a British de Cambridge exagerado. De ésos que hacen humor Monty Phyton y que no se les entiende al hablar de lo bien que pronuncian. Cuando crees que ya dominas el inglés porque empiezas a entender letras de grupos como Slipknot, At The Drive-in o The Mars Volta, te llega un profesor Inglés y le entiendes menos que a tus amigos de Seattle. Es un bajón.
Tres horas luchando contra variables, estadísticos y paquetes informáticos de no-sé-qué universidad son muchas. En cuanto acabamos, salí escopetado: tenía poco tiempo para hacer la compra cerca de la Uni, comer en la calle y estar como un clavo a las dos en las prácticas.
Las prácticas son muy fáciles, simplemente no entiendes nada. Cuando no entiendes absolutamente de qué cojones están hablando, todo toma una dimensión completamente diferente. Todo eso fue ayer lunes, que fue -en esencia- todo sobre ruedas. El problema ha sido hoy, que no me había dado tiempo a prepararme la clase entera y he dormido 5 horas. Odio luchar contra el sueño en primera fila, sobre todo cuando los párpados pesan tanto que sabes que al día siguiente vas a tener agujetas en los ojos de sujetarlos. Ha sido un infierno.
Así que aquí estoy, intentando que el ataque de ansiedad que no me dejó dormir anoche no vuelva para darme pellizcos esta noche. Aún me quedan las prácticas de hoy, que se perfilan como más de lo mismo.
Sin embargo, frente a todo este terrorífico panorama se contrapone ese profe de Cambridge, que dice que nunca ha suspendido a nadie. El examen son 10 preguntas que tenemos que contestar en casa, por nuestra cuenta y tranquilamente en el plazo de un mes. Y dice que si no las contestamos con humor no nos va a aprobar, que no nos lo tomemos muy en serio.
2 Comentarios:
hola gonzi! soy laura no me borres el comentario!!!
jajaja, bueno al final sabia yo que la asignatura te iba a molar y lo de contestar el examen en casa no esta nada mal lo unico que estaras una semana agobiao. eres un quejika!!
ya sabes que estare ahi dentro de nada asi que no quiero quejikas!!!
mi niño se bueno un besote...
Soy un autentico experto en quedarme dormido en clase, los parapados se caen sin cesar, la cabeza bota curiosamente en un futil intento por mantenerla alzada. Puedo permanecer en este estado de lucha interna clases enteras, rogando a las autoridades correspondientes no ser cazado por el profesor en mi trance. ES REALMENTE DURO.
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